Entrevista con Paul CARO, el nuevo rostro de Alma Ibérica

Publicado en 06/05/2024

Alma Ibérica ha crecido recientemente con la llegada de Paul Caro en la función de Ingeniero de Ventas. Su misión (y la aceptó 🤠) es ayudar a los fabricantes de chapas metalicas españoles y portugueses a ser más eficientes confiando en los softwares Alma. Conozcámonos mejor en esta entrevista.

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Paul, ¿puedes hablarnos un poco de ti? ¿Qué te hizo querer formar parte de Alma Ibérica?

“Crecí en el País Vasco, una importante zona industrial, tanto en el lado francés como en el español. Tras un bachillerato científico y un máster en negocio internacional en Burdeos, me tomé un año libre para viajar por Sudamérica, buscando nuevos lugares a conocer y montañas a escalar. Esta pausa profesional también me permitió aprender español y descubrir otras formas de pensar y crear. A mi vuelta, trabajé en la aeronáutica antes de instalarme en Alma, en Grenoble.

Alma es una empresa que me atrajo por dos razones: 1/ el entorno industrial, que aprecio por su lado material y pragmático, 2/ el aspecto cooperativo e independiente de Alma, que es portador de valores de reparto y de progreso.

Tras varios meses de formación en Francia sobre los productos Almacam, ahora estoy en Madrid. Trabajo con el equipo operativo en España y estoy en contacto permanente con el equipo de soporte e I+D en Francia.”

¿Cuál es su función en Alma Ibérica?

“Mi función en Alma Ibérica es ayudar a los fabricantes industriales de diversos sectores, tanto grandes como pequeños, que tienen máquinas de corte y soldadura, a mejorar su forma de trabajar para que puedan ahorrar tiempo y dinero. Conozco el valor añadido que nuestro software puede aportar a los problemas de producción que nos encontramos. Soy un vendedor que aporta soluciones.”

¿Cómo ve las relaciones con los clientes?

“Para mí, las relaciones con los clientes consisten en establecer una asociación beneficiosa para todos, basada en la honestidad y la voluntad de ayudar. Cuando acudo a las instalaciones de un cliente, me pongo en su lugar, como si formara parte temporalmente de su empresa. Me hago cargo de sus problemas y propongo soluciones de forma proactiva. El tipo de relación con el cliente que me gusta es aquella en la que hay confianza mutua y un intercambio sincero de opiniones.”

¿Cómo es un día en Alma Ibérica?

“Empiezo el día por la mañana con un gran vaso de agua y escucho las noticias locales. Reviso mis correos electrónicos y, si puedo, consulto Linkedin en busca de noticias de mis clientes y socios. Me gusta mucho: me mantiene al día de las innovaciones y novedades de nuestro sector y me permite conocer indirectamente las noticias de nuestros clientes.

Después, voy en bici a la oficina. Hablo con nuestros clientes potenciales, por correo electrónico o por teléfono. También intento, en la medida de lo posible, programar reuniones in situ, porque el contacto físico es importante y la naturaleza del intercambio siempre es más constructiva. Es ideal para conocer bien el entorno de trabajo del cliente: su taller, sus máquinas y sus problemas cotidianos. Rápidamente, veo en mi cabeza cómo voy a poder ayudarle, qué módulos Almacam vamos a desplegar prioritariamente. Me encantan estos momentos en los que siento que vamos a avanzar juntos.

Por la tarde voy a nadar, juego un partido de fútbol o comparto una caña con mis colegas.”